martes, 26 de enero de 2010

007: contra ella no puedo

Ayer le brillaron los ojos otra vez, y el corazón le latió como el día que nos conocimos, o como cuando estuvo a 2 milímetros de Rodrigo Guirao. Cuando llegó, se puso a llorar. Toda la noche la pasó con ella. Le prepare la cena, una de sus favoritas y la dejó tirada como si fuera un pancho y una coca del Morenito.
Me fui a dormir solo como un pelotudo, ni la africanita me siguió.
Hoy a la mañana me levante con ganas de desayunar y no encontré ni una medialuna dura de esas que nos deja el viejo, preparada para mi. Ni la ropa para el laburo me separó el forro!. Pero ella estaba reluciente en el living de Totoland.
La odio!
Me siento feo y abandonado.
Pensé que un día me iba a cagar con alguien, pero dejarme así?... por una Wii de mierda?. No se lo voy a perdonar.

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