sábado, 13 de febrero de 2010

010: cranch!

Ayer a la noche no me podía dormir. Después de ver Lost con los chicos y de abrir los regalos que Germán me dio por nuestro cumplemes, prendí el ventilador y traté lo mejor que pude de olvidarme que hacía 40º. Di un millón de vueltas, me tapé, me destapé, soñé que nevaba y que me revolcaba con Chasca en la nieve y fui feliz. Fui feliz hasta que me despertó un olor a churrasco horrible. Sí, a churrasco.
Cranch. Cranch. Cranch.
No era un
cranch común, era como en cámara lenta.
Craaaaaaaaaanchhhhhhhhhhhh.
Obvio que la nieve desapareció, y Chasca también, y mi felicidad. Estaba el dormitorio lleno de olor a asado y el
craaaaaaaaaaanch era cada vez más fuerte.
Craaaaaaaaaanchhhhhhhhhhhh. Craaaaaaaaaanchhhhhhhhhhhh.
Abrí los ojos como pude y lo ví, sentadito al lado mío, saboreando un paquete de lays gourmet mirándome con cara de ay si te desperté perdoname.

Un postrecito vaya y pase. Un postrecito y un yogurt, bueno. Si le sumamos bon-o-bones y un alfajor estamos casi al límite... pero papas fritas de lomo con cebolla caramelizada? De eso no hay retorno Germán.

martes, 2 de febrero de 2010

009: under the sea

En la picada que comimos ayer a la noche habían rabas. Las miraba con ganas y me acordé del verano, cuando Germán me dijo qué eran exactamente. Sentí lo mismo que sentí hace años, cuando me dijeron que Papá Noel no existía.
Yo estaba convencido que eran bichos con forma de rosquilla que nadaban felices en el mar... sin el pan rayado, obvio!.